Martin Orth
Productos innovadores «made in Germany» hacen de Alemania el campeón mundial en exportaciones. De ello se benefician las empresas de servicios de ferias, transporte, logística y finanzas, las cuales, impulsados por el comercio electrónico, ocupan puestos de liderazgo a escala mundial. New Economy y Old Economy se complementan con éxito. Reportaje sobre puntos de encuentro, mercados y ejes comerciales en Alemania
Punto de encuentro: Hannover. El día de la inauguración de la feria de tecnologías más importante del mundo, los visitantes se mueven con dificultad de un puesto a otro. Con esfuerzo atraviesan los pasillos, en busca de las últimas novedades sobre automatización, robótica y energía. Cada año en abril, la Hannover Messe presenta las últimas tecnologías y atrae al mundillo de la electrónica. Para los directivos de empresas, es cada año una cita obligada. En 2006 llegaron 155000 visitantes y expusieron 5175 empresas, de los cuales 2322 eran extranjeras. Allí se entablan contactos, preparan negocios o simplemente se busca el diálogo personal.
Las ferias y muestras comerciales son ideales para la comunicación «business to business», es decir para las relaciones de negocios directas entre empresas. Según datos de la Comisión de Ferias del Empresariado Alemán (Auma), un 81 por ciento de las empresas encuestadas apuestan por esta vía de distribución. Un 79 por ciento considera importante la presencia en Internet con un sitio propio, pero sólo un 39 por ciento distribuiría sus productos por esa vía. ¿Es éste el triunfo del contacto personal en un mundo cada vez más caracterizado por el anonimato de Internet?
No del todo. En contra de las previsiones, el mundo real y el mundo virtual se complementan excelentemente. Por un lado el diálogo intenso, una bebida, un apretón de manos, por otro, abundante información y contacto permanente, más allá de las fronteras temporales y geográficas. Old Economy y New Economy se complementan con éxito. Y eso beneficia a Alemania, por ser uno de los ejes de la economía mundial, gracias a su privilegiada posición geográfica. Alemania es líder mundial en ferias internacionales. Y casi no hay países en los que el comercio electrónico sea más utilizado.
Hannover, Fráncfort, Colonia, Düsseldorf: cuatro de los cinco recintos feriales más grandes del mundo están en Alemania. Dos terceras partes de las muestras globales más importantes se realizan en Alemania. Unos 10 millones de visitantes y más de 160000 expositores concurren cada año a las casi 150 ferias internacionales en Alemania. Una quinta parte de los visitantes viene del extranjero, así como más de la mitad de los expositores.
Apenas terminada la feria continúa el contacto por correo electrónico o vía Internet. Se mantienen las relaciones y se firman contratos. Y todo ello se refleja en cifras. Según un estudio reciente de la Federación alemana de Empresas de Información, Telecomunicación y Nuevos Medios (Bitkom), en 2005, la facturación del comercio electrónico creció un 58 por ciento, alcanzando un total de 321000 millones de euros, de los cuales un 90 por ciento correspondió al comercio entre empresas. Ya hoy, un 30 por ciento de todos los productos y servicios que se comercian por la Red en Europa se venden en Alemania. Y el auge continúa. Los expertos creen que las cifras de venta del comercio electrónico se duplicarán en Alemania hasta el año 2009. Por cierto, lo mismo se espera del área «business to consumer», cuya facturación de libros y CD alcanza hoy a 32000 millones de euros por año.
Un ejemplo: Otto, la empresa de venta por correo de Hamburgo, registró el año pasado un aumento de su facturación del 0,9 por ciento. Sin embargo, por Internet, Otto vendió un 30 por ciento más de productos y servicios que el año anterior y se situó en el segundo puesto entre los comerciantes vía Internet más grandes del mundo, por detrás de Amazon. «El motor más potente del crecimiento es el comercio electrónico», dice Michael Otto, presidente de la junta directiva.
Otra relación entre Old y New Economy se debe al hecho de que los productos vendidos deben ser transportados al cliente. De eso se beneficia la logística. El sector alemán de logística esel más importante de Europa, con alrededor de 165000 millones de euros de ventas totales y 2,5 millones de empleados. La logística es hoy el sector que más empleo da en Alemania y es el cuarto en ventas. Para ello recurre a una excelente infraestructura: una densa red de carreteras y autopistas, vías de ferrocarril, vías marítimas, fluviales y aéreas.
Pero volvamos al puerto de Hamburgo. Desde el puente Doppelkatzbrücke, a 40 metros de altura, los navíos parecen barcos de juguete y los camiones, vehículos en miniatura. En realidad, son embarcaciones Postpanamá-X, navíos que por su ancho no pueden cruzar el canal de Panamá. Pueden transportar hasta 15 contendores en una sola línea, y hasta un total de 6450 contenedores. Los contendores son la unidad de medida de la globalización. Y el puerto de Hamburgo es el gran punto de enlace, ya que une los mercados de Asia con los europeos y se beneficia de esa relación.
Ya hoy, Hamburgo ocupa en Europa el segundo puesto detrás de Rotterdam, en la lista de los mayores puertos marítimos. Entre los mayores puertos del mundo, la ciudad hanseática acaba de desplazar del octavo lugar a Los Ángeles. Desde hace años, el puerto de Hamburgo registra tasas de crecimiento de dos dígitos, un 15 por ciento creció tan sólo el año pasado. La empresa operadora del puerto (HHLA), piensa invertir unos mil millones de euros en la duplicación de capacidades.
Fráncfort, eje de la economía mundial. En el aeropuerto de Fráncfort aterriza un avión por minuto. Si el número de llegadas simboliza el pulso de la globalización, Fráncfort es entonces el marcapasos. Más de 52 millones de pasajeros despegan y aterrizan cada año en Fráncfort, y más de 100 compañías aéreas vuelan a más de 300 destinos en 110 países. Sin embargo, el más alto crecimiento se registra en los vuelos de carga. Mientras que el número de pasajeros en Alemania aumentó el año pasado en un 6,3 por ciento, el transporte aéreo de mercancías lo hizo en un 9 por ciento. El aeropuerto de Fráncfort es el primer centro logístico de Europa. Por el valor de los bienes, el 40 por ciento de la carga es hoy aérea. Y un 15 por ciento de la carga aérea en Europa pasa por el aeropuerto de Fráncfort. Una ventaja especial de Fráncfort es el Perishable Center, un moderno centro de cargas para bienes perecederos, como pescado, flores y verduras. «El transporte aéreo es garantía del éxito de muchos sectores», dice el director del aeropuerto, Bender.
La nueva filial de Fráncfort, en Hahn, que antes era un aeropuerto militar y ahora es utilizada por la compañía aérea de bajo coste Ryanair, incrementó un 62 por ciento el volumen de carga en 2005. Fráncfort-Hahn es hoy el cuarto aeropuerto alemán de cargas.
También en Leipzig: el aeropuerto de Leipzig parece hoy una inmensa obra. Hasta 2007 se piensa terminar la nueva pista sur y un centro de cargas de 50 hectáreas. El año pasado, DHL, filial de los correos alemanes (Deutsche Post) decidió trasladar su centro de logística europeo de Bruselas a Leipzig. Las ventajas de Leipzig son evidentes: actividad día y noche y una excelente infraestructura. A partir de 2008, 50 aviones atenderán desde Leipzig a los clientes de DHL.
Apenas hay otros países que se beneficien tanto de la liberalización de los mercados y de la globalización como Alemania, opina la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria Alemanas (DIHK, ver entrevista p. 54). El comercio mundial y la inversión internacional son básicos para el crecimiento, el empleo y el bienestar en Alemania. Como en el caso de DHL. El oferente de servicios de logística piensa invertir tan sólo en Leipzig unos 300 millones de euros y crear 3500 empleos. O el aeropuerto de Fráncfort. Bender, el presidente de Fraport, insta a que se construya lo antes posible una nueva pista de aviones a fin de evitar restricciones de oferta y crear empleo. Con sus 68000 empleados, el aeropuerto de Fráncfort es el centro de trabajo más grande de toda Alemania, incluso mayor que la planta de Volkswagen en Wolfsburg. Y con la nueva pista de aterrizaje se podrían crear, directa e indirectamente, 100000 puestos más.
La inversión en infraestructura de transporte vale la pena. Como el peaje para camiones desde 2005: pese a las dificultades iniciales, el moderno sistema funciona hoy a la perfección. Cada año, las arcas del Estado alemán recaudan casi tres millones de euros por el uso anual de 23000 millones de kilómetros de autopistas, de los cuales una tercera parte son camiones extranjeros que utilizan las autopistas alemanas como vías de tránsito.
Además, el peaje también es un buen incentivo: «los viajes de camiones sin carga se han reducido en un 15 por ciento», señala el ministro de Transporte Wolfgang Tiefensee, «mientras que el número de contenedores que se transporta por ferrocarril ha aumentado en un siete por ciento. El peaje para camiones contribuye a reducir el impacto ambiental del trasporte en Alemania.»
El dinamismo del comercio mundial y la posición de Alemania como primera nación exportadora intensificarán el tráfico de mercancías y el papel de Alemania como eje del comercio mundial. En su informe semestral, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento económico mundial del 4,9 por ciento en 2006 y del 4,7 por ciento para 2007. A juicio de los expertos, el volumen del comercio mundial crecerá en un 8 por ciento y un 7,5 por ciento, respectivamente. Y Alemania participará en gran medida en ese proceso. Ya en enero, el FMI había señalado que Alemania defendería se cetro de campeón mundial en exportaciones, superando a Estados Unidos.
Si lo logra, Alemania será primera nación exportadora del mundo por tercer año consecutivo. Las exportaciones «made in Germany» crecieron un 7,5 por ciento alcanzando a 786100 millones de euros. Todo un récord. Los productos más vendidos son vehículos, maquinaria, instalaciones y productos químicos. Los países importadores más importantes son Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña. Una demanda adicionalprovino de Oriente Medio y Cercano. Los países exportadores de petróleo invierten cada vez más sus dólares en maquinaria e instalaciones alemanas.
También en Alemania la coyuntura parece repuntar. Después de años de calma, el índice del clima para los negocios del Instituto de Estudios Económicos de Munich (Ifo), que mide la percepción de los empresarios sobre la situación económica, se ha situado en abril en el nivel más elevado de los últimos 15 años. El más importante barómetro de la coyuntura alemana marca la mayor euforia desde el auge económico desatado por la reunificación alemana a principios de los años 90.
También Fráncfort es un barómetro del clima empresarial. En la Deutsche Börse, la bolsa de valores más importante de Europa continental, el ambiente es positivo. El índice alemán de acciones Dax se benefició de ese clima favorable y se duplicó, pasando de menos de 3000 puntos a más de 6000 puntos. Gracias a sus programas de reestructuración, las empresas alemanas han obtenido una vez más elevados beneficios. Este año, las 30 sociedades del Dax han obtenido ganancias totales por valor de 21000 millones de euros, como nunca antes, las cuales se distribuyen en forma de dividendos entre sus accionistas. Y la empresa que más gana es la propia Deutsche Börse AG, que junto con el Banco Central Europeo, conforman el centro neurálgico financiero de Fráncfort. La acción de Deutsche Börse creció el año pasado en un 97 por ciento y triplicó su dividendo.
También la prensa internacional ha registrado el cambio de clima. En agosto del año pasado, la prestigiosa revista económica británica «The Economist» presentó en su artículo de tapa: «Germany’s surprising Economy». En abril del presente año, se sumó el periódico británico «Times». El corresponsal en Berlín, Roger Boyes, comenta en «Whisper it softly... Germany is coming back» el indiscutible repunte económico.
Elogios al más alto nivel llegan también del Banco Mundial. Es su estudio «Doing business in 2006», los expertos del Banco Mundial ensalzan las reformas introducidas por el Gobierno Federal. Primero, porque en ningún otro país industrializado han mejorado tanto las condiciones generales para los negocios. Alemania ocupa el quinto lugar entre los países más avanzados en materia de reformas. Y segundo, porque Alemania, gracias a las reformas, se sitúa en uno de los primeros puestos en las lista de los 20 países con menor carga burocrática, por primera vez desde que existe el informe en 2003; entre los países industrializados de la Unión Europea, Alemania ocupa el segundo puesto.
Norbert Walter, jefe de economistas de Deutsche Bank y conocido por sus rigurosos y precisos análisis, señala otra causa del éxito actual de Alemania en su artículo «El año 2006 será un año muy positivo para Alemania». Con el Mundial de Fútbol, nos regalan a domicilio y libre de costes una campaña de marketing nunca antes vista. Millones de personas de todo el mundo podrán apreciar a Alemania como nación, y miles de millones de espectadores observarán nuestro país por la ventana abierta de la televisión. El mundo se dará cuenta de cuán bellos son nuestros paisajes, cuán rica es nuestra cultura y cuán económicos los precios. Y la gente aprovechará la oportunidad. Y volverá para visitar las bellas ciudades con su enorme riqueza cultural y vivir unas vacaciones más intensas.»
19-05-2006
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